De acuerdo al último informe de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, «el mes de abril marca el inicio de un nuevo año comercial para la soja argentina, un producto que el país vende al mundo desde hace más de 4 décadas».
Así, en los últimos años, el complejo soja, que por las características de mercado presenta un fuerte perfil exportador, «se ha convertido en el principal complejo exportador del país con un rol clave en la balanza comercial argentina». Sólo en el año 2020, sus exportaciones aportaron el 27% de las divisas generadas anualmente por Argentina en el comercio internacional de bienes, según datos de INDEC.
En el presente análisis, nos referiremos exclusivamente a las exportaciones proyectadas de las tres principales partidas del complejo soja: poroto, harinas y pellets, y aceite. El volumen exportado de estos bienes cada año depende de variables como la oferta total del ciclo (stocks iniciales + producción + importación), las normas cambiarias e impositivas vigentes localmente y las expectativas futuras sobre éstas, la disposición a vender de los productores, los precios de referencia, los márgenes industriales, la oferta de soja en otros importantes países exportadores como Estados Unidos y Brasil, la demanda internacional de poroto (China), el aceite (India, China, Bangladesh) y la harina (U.E., Vietnam, Indonesia), entre otras variables.
De cara al año comercial 2020/21, «se anticipa una caída productiva en Argentina del 11% a 45 Mt», señala el informe. Sin embargo, importaciones por 5 Mt y consistentes stocks al inicio permiten que la oferta total caiga relativamente menos, un 2% hasta 64 Mt. Del lado de la demanda, se proyecta una caída en los envíos de poroto sin procesar y de aceite de soja (gracias al mayor uso interno por la recuperación en la producción de biodiesel respecto del año 2020 con la pandemia), en tanto que aumentarían los despachos de harina de soja.
En primer lugar, se estima que la exportación de poroto de soja sin procesar (excluido para siembra) alcance 5,5 Mt, recortándose en 1,2 Mt (-18%) respecto de la campaña anterior. En este mercado, se proyecta un fortalecimiento de la demanda China (líder indiscutido en compras) que será abastecida por mayores envíos de Estados Unidos. La soja sudamericana perderá terreno en el mercado internacional con menores exportaciones no sólo de Argentina sino también de Brasil y Paraguay. En lo que respecta a precios, el futuro de la oleaginosa más operado en Chicago superó en los US$ 525/t, marcando un máximo desde el año 2014. Actualmente, en el inicio del ciclo comercial de la soja argentina el contrato más operado en Chicago promedia US$ 518/t, mostrando un crecimiento de US$ 208/t o 67% respecto de los valores promedio de abril 2020.
En segundo lugar, dando sustento a una mayor actividad prevista en la industria del crushing esta campaña, las exportaciones de harina de soja para el ciclo 2020/21 se prevén en 26,6 Mt, incrementándose en 1,5 Mt (+6%) respecto del ciclo anterior. En la campaña 2020/21 se proyecta una mayor demanda global de harina, impulsada principalmente por un aumento en el consumo en la Unión Europea, lo cual brinda soporte a los precios dando sostén a la actividad industrial. En lo que va de abril, la cotización del contrato harinero más operado en Chicago promedia US$ 450/t, ubicándose US$ 128/t por encima de su valor promedio un año atrás, esbozando un crecimiento interanual del 40%. El pasado enero, el precio de la harina de soja en Chicago cotizó a US$ 519/t logrando un máximo desde mediados de 2014.
Finalmente, en relación al aceite de soja, la expectativa de un repunte en la producción de biodiesel, industria muy golpeada por la pandemia en el año 2020, aunque sujeta a la aprobación de la Ley correspondiente permite pensar en una recomposición de la demanda interna del subproducto. Por tal motivo, la exportación de aceite de soja en la campaña 2020/21 sufriría un revés, cayendo 655 mil toneladas respecto al ciclo anterior hasta 5,4 millones de toneladas (-11%). En el caso del valor del aceite, éste tocó máximos desde 2012 en enero, cuando el contrato más operado en Chicago cotizó US$ 1.267/t. De los tres productos analizados, el aceite de soja es que mayor revalorización tuvo en el último año. En lo trascurrido de abril su precio promedia US$ 1.167/t en Chicago, más que duplicando su valor promedio de US$ 589/t un año atrás.
Como se ha dejado ver, el gran momento que atraviesan los precios de la soja y sus derivados –que no es ajeno a la recuperación general de los commodities y, en última instancia, a la depreciación global del dólar americano- juega un rol decisivo en las expectativas de exportación para Argentina. Los compradores mundiales de poroto, harina y aceite de soja muestran hoy una mayor disposición a pagar que abre mejores oportunidades de negocio para las compañías exportadoras localizadas en Argentina, especializadas en comercializar al exterior principalmente harina y aceite. A su vez, la suba en los precios vigentes permite a los exportadores mejorar sus ofertas de compra en el mercado local, incrementando los precios de referencia internos que impactan positivamente en el resultado de los agricultores.
A partir de la proyección mensual propia de exportaciones argentinas de harina, aceite y poroto de soja en la campaña 2020/21, y bajo dos grandes supuestos: primero, que los precios FOB vigentes para estas mercancías en puertos nacionales se mantengan en torno a las cotizaciones actuales; y segundo, que no haya nuevos descuentos a los rindes estimados para la campaña; entonces el valor exportado esta campaña alcanzaría US$ 20.418 millones. Este monto representaría un récord absoluto para el valor exportado en concepto de harina, aceite y poroto de soja, venciendo la nunca antes alcanzada barrera de 20 mil millones de dólares y superando los montos logrados en 2011/12 (US$ 19.696 M) y 2013/14 (US$ 19.376 M). Además, el valor propuesto para esta campaña se ubicaría un 26% por encima del valor exportado en 2019/20, a pesar de que el tonelaje exportado se estima un 1% inferior al embarcado el pasado ciclo. Por otra parte, el monto exportado mejoraría en un 30% el promedio de las últimas 5 campañas, mientras que el volumen exportado sería un 8% menor.
Naturalmente, las buenas perspectivas para la producción agroindustrial privada conllevan buenas noticias para la recaudación tributaria. De mantenerse los derechos de exportación vigentes, el Estado Nacional recaudaría alrededor de US$ 6.380 millones sólo en este concepto.
Más allá de estas estimaciones que comprenden el año comercial completo que acaba de iniciar, se conocen a la fecha varios indicadores que auguran una excelente dinámica exportadora 2020/21. El gráfico a continuación compara las toneladas anotadas en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) previo al inicio de cada campaña en los ciclos 2020/21, 2019/20 y 2018/19 con el valor FOB oficial al que se registraron estas ventas. Y se muestran, además, los precios promedio a los cuales se registraron los diferentes productos en los meses previos a cada campaña.
Una primera observación en base al análisis de estos datos es que en todos los casos el volumen de ventas registradas previas al inicio de esta campaña fue menor al anotado antes de la 2019/20, campaña que se caracterizó por una temprana comercialización de los cultivos. Así, al 31 de marzo de 2021 se contaba con un tonelaje anotado de harina 2020/21 un 63% menor al declarado de la nueva campaña a igual fecha de 2020. Por su parte, las DJVE de aceite de la nueva campaña a la fecha son un 36% inferior a iguales registros un año atrás. Mientras que en el caso de las Declaraciones Juradas de poroto de soja 2020/21, estas se ubican al cierre de marzo de 2021 un 78% por debajo de lo anotado a igual fecha en 2020.
No obstante dichas importantes mermas en términos de volumen, la valorización de estas DJVE a precios FOB oficiales denota una caída interanual del valor mucho menor en todos los casos, gracias a los mejores precios actuales. El valor de las DJVE anticipadas de harina de soja esta campaña cae un 48% respecto al año pasado (vs. -63% en volumen). El valor declarado en ventas de aceite es apenas un 3% menor al del año pasado, contrastando notablemente con la caída del 36% en volumen. Finalmente, el valor FOB de las ventas anticipadas de poroto cae un 67% también por detrás de la merma en volumen (-67%).
Una vez enunciadas las variaciones de volumen y valor de cada rubro, es posible anticipar la fuerte recuperación interanual de los valores FOB (en este caso se toman los publicados por MAGyP) para los tres productos estudiados. Las ventas anticipadas de harina registradas entre sep’20 y mar’21 se hicieron a un precio FOB oficial promedio de US$ 432/t, US$ 108/t o 33% por encima del valor promedio de las ventas nuevas un año atrás. Las DJVE de aceite anotadas entre sep’20 y mar’21 promediaron US$ 947/t, es decir, US$ 279/t o 42% por encima del precio promedio un año atrás, y las ventas de poroto de nueva cosecha anotadas entre nov’20 y mar’21 promediaron US$ 498/t, US$ 153/t o 44% más en la comparación interanual.
Tomando en consideración las diferentes variables analizadas, cabe esperar una muy buena performance exportadora conjunta de los tres principales productos del complejo soja para Argentina: harina, aceite y harina. El contexto productivo actual en los campos argentinos y el panorama de precios extendido, hacen posible proyectar un valor exportado récord de alrededor de US$ 20.400 millones. Gran parte de este resultado está sujeto a la definición final del volumen cosechado y al comportamiento futuro de los precios, ya que a la fecha sólo una pequeña porción de las exportaciones esperadas se ha registrado mediante DJVE. Un resultado de tal magnitud tendría un impacto positivo muy importante en la balanza comercial argentina, y además permitiría al Estado nacional recaudar en derechos de exportación solo a estos tres productos aproximadamente US$ 6.380 millones.
Fuente: BCR News