Por Lic. Luis Secco
Dada la restricción de divisas por la que atraviesa la Argentina, no resulta fácil que en un futuro cercano el Gobierno avance en dirección a desmantelar los controles y las trabas a las importaciones y/o a permitir el libre acceso a dólares para importar mercaderías.
Por el momento, la política económica apunta a mantener lo más tranquilo posible (y lo más alejado posible de las primeras planas) el valor del dólar, sin desplegar políticas macro que permitan revertir de manera duradera la escasez de divisas. La idea es administrar dicha escasez y asegurar algunos hitos que permitan descomprimir eventuales presiones cambiarias (siempre fuertes en un año electoral como el que atravesamos): el ingreso de dólares de la cosecha gruesa durante el otoño y un eventual acuerdo con el FMI durante el invierno. Pero no mucho más que eso.
Ahora bien, a la Argentina le cuesta mucho crecer en un contexto tan crítico en materia de divisas. Por un lado, porque la escasez de dólares es un emergente de un fenómeno aún más general de desconfianza en la coyuntura y perspectivas macroeconómicas y políticas. Por el otro, porque dicha escasez es también causa de dificultades para que muchas actividades económicas puedan recuperarse, crecer o florecer.
En particular, los hacedores de política económica deberían ponerse especial atención en evitar trabar importaciones de insumos estratégicos que afectan la actividad de empresas/sectores que forman parte de las cadenas de valor exportadoras, tanto las del sector primario como las de origen industrial. En tal sentido, uno de esos insumos estratégicos son los neumáticos: los que se utilizan en el origen de las cadenas de producción como es el caso de la maquinaria agrícola y los equipos especiales de canteras y minas, pero también los que se utilizan en los camiones que sirven a las diversas cadenas logísticas de transporte y distribución.
Por cierto, el traslado de la producción agrícola se hace casi en su totalidad a través del transporte vial, por lo que poner en riesgo la logística de transporte -con restricciones sobre la importación de insumos de la cadena- significa, en última instancia, comprometer las divisas que podrían ingresar a la economía por vía de las agroexportaciones. El transporte vial es el principal medio por el cual se da salida a la producción tanto de las zonas centrales como de las zonas productivas más marginales.
La falta de neumáticos para maquinaria agrícola también afecta la posibilidad de maximizar los resultados de la campaña e influye sobre el potencial de divisas que se podría obtener. Contar con la última tecnología en maquinaria agrícola permite levantar la cosecha con eficiencia y en el menor tiempo posible, aspecto fundamental para asegurar la producción.
El transporte vial es una parte esencial de la comercialización agrícola. Los productores dependen de que haya un adecuado y eficiente sistema de transporte para movilizar sus cosechas hacia los mercados y para obtener los insumos necesarios para la producción, como por ejemplo semillas y fertilizantes. Tanto unos como otros deben ser transportados desde grandes distancias para llegar a su destino final.
El traslado de la producción agrícola se hace casi en su totalidad a través del transporte vial. Es el principal medio por el cual se da salida a la producción tanto de las zonas centrales como de las zonas productivas más marginales, donde las distancias que se recorren son en muchos casos muy largas. En definitiva, si bien la hidrovía constituye la principal vía de salida de los productos que se venden al exterior, el transporte en camión concentra casi la totalidad del transporte que se realiza desde el lugar de producción hacia los centros de industrialización (molienda, refinación, etc.) previa a la exportación. Por eso, las trabas o las restricciones terminan afectando también a sectores que pueden ser claves tanto para toda la actividad económica, como para la misma generación de las divisas que se pretenden cuidar o administrar.
* Luis Rodolfo Secco. Es Licenciado en Economía en la Universidad Nacional de La Plata. Desde 2002 dirige su consultora Perspectiv@s Económicas.
Fuente: BCR News