En el último informe del GEA, se destaca que «en el centro sur de Santa Fe las reservas de agua para trigo comienzan a escasear». La mitad de los trigos de la región se encuentran desplegando hojas, un pequeño porcentaje emergiendo y el 35% ingresando en macollaje, demandando cada vez más agua.
En los alrededores de Cañada de Gómez se hace imprescindible una lluvia en los próximos días; advierten que, con la humedad actual del suelo, el cultivo no va a poder hacerle frente a las exigencias del macollaje. En Carlos Pellegrini, los cuadros van a quedar muy desparejos: hay grandes fallas en la germinación por falta de agua en el 30% de los cuadros. “Dentro del mismo lote hay un 70% emergido y el resto no tiene humedad”, señalan. «En Cañada Rosquín, el cereal mantiene una baja tasa de crecimiento del trigo debido a los fríos y a la falta de un aguacero que le permita aumentar el volumen del área foliar. Hacia el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y sudeste cordobés el panorama cambia: las reservas son suficientes para atravesar las etapas más exigentes», destacan los especialistas.
El noreste de Buenos Aires incrementó la humedad superficial del suelo, ya que recibió los mayores milimetrajes esta semana y vienen con mejores reservas de agua. Junín registró casi 13 mm, Chacabuco 7 mm y Rojas 6 mm. En Colon y Rojas el perfil está cargado y la capa superficial, bien provista. Allí, los trigos crecen sin ninguna limitación. En Bigand, las reservas de agua permiten un crecimiento sostenido y sin dificultad hasta por lo menos hasta la llegada de encañazón.
Fuente: BCR News