La liquidación de divisas por exportaciones de granos y derivados fue la más alta de la historia. En los primeros siete meses del año, sumaron más de US$ 20.100 millones según las cifras de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Del total, 7 de cada 10 dólares se atribuyeron a la cadena agroindustrial.
La soja explica la mayor parte de estos resultados. En el primer semestre, experimentó un crecimiento interanual del 55,1% hasta alcanzar los US$ 11.551 millones. Harinas y pellets explican el grueso del volumen y 55% de los dólares generados por exportaciones, pero tanto aceites como biodiesel mostraron el mejor desempeño con un salto interanual del 97,8% y 190,9% respectivamente. Los complejos de maíz y trigo completan el podio. Las ventas de maíz en grano totalizaron los US$ 3.657 millones en el primer semestre, con un crecimiento absoluto de US$ 388 millones interanual. En el caso del trigo, según cifras de la BCR, las ventas de 2021 ascendían a US$ 1812 millones.
La mejora en el ingreso de dólares se explica fundamentalmente por el incremento en los precios internacionales, según el último informe del INDEC. Y, si bien el consultor Marcelo Elizondo advierte la creciente agro-dependencia de las exportaciones argentinas, que pasaron del 60% del total en 2014 al 71% en el primer semestre de 2021, no solo de soja vive el hombre.
Agroexportadores
Las ventas externas argentinas aumentaron 28,3% (US$ 7.786 millones) en la primera parte del año como resultado de subas en las cantidades (4,7%) y en los precios (22,4%). Ese desempeño general se repite en los saltos que experimentó el agro en sus múltiples sectores.
Para el analista agropecuario Miguel Iribarren, de la consultora CLAVES, en sectores como lácteos, yerba y azúcar en la serie histórica de los últimos tres años no hay grandes cambios en los volúmenes y por ende es en el precio donde se encuentra la explicación del salto que experimentaron los ingresos de divisas en el primer semestre.
La yerba mate y el té sumaron US$ 82 millones, un 5,1% más que un año antes, a pesar de una caída cercana al 10% en los volúmenes. Mientras tanto, en el caso del azúcar la mejora fue más contundente: 31,8% e ingresos por US$ 112 millones.
Las ventas de productos lácteos también crecieron. La suba fue de un 22,2% y superaron los US$ 485 millones o US$ 88 millones adicionales al mismo periodo del año anterior. En este caso, volúmenes y valores explican por igual el crecimiento. Sin embargo, en las subastas de la neozelandesa Fonterra queda en evidencia el crecimiento de los precios. Solo en mayo, se pagaron US$ 4.123 por tonelada de leche polvo entera, el segundo mayor valor en cinco años. “En la medida que el precio se mantenga por encima de los US$ 3.000 dólares es un buen número e incentivo para el sector”, asegura Iribarren.
En las exportaciones de miel, donde Argentina se destaca como uno de los primeros tres proveedores globales también el crecimiento alcanzó los dos dígitos. Las exportaciones treparon un 25,8% en el primer semestre y alcanzaron los US$ 122 millones.
En el caso de otra economía regional, como es la producción de algodón, las fibras alcanzaron los US$ 42 millones con un salto del 80% exponiendo uno de los mejores desempeños en el sector agropecuario. Asimismo, las ventas de lanas elaboradas subieron un 43,9% y superaron los US$ 59 millones.
A contramano
Los números extraordinarios que expuso el sector agropecuario en el primer semestre en materia de exportaciones no fue acompañado por todos los segmentos. Tanto hortalizas y legumbres como frutas frescas mostraron una caída de dos dígitos y no pudieron subirse a la ola expansiva del sector agropecuario. En cuanto a la primera, la caída fue del 22,9% y US$ 83 millones menos que en el primer semestre de 2020. En frutas frescas el desempeño fue similar con una baja del 22,8% y exportaciones por US$ 345 millones versus US$ 447 millones en el ejercicio previo, siempre según datos oficiales.
Fuente: Agrofy News