En su visita a la Planta de la empresa semillera Advanta, en la ciudad santafesina de Murphy, el ministro de Agricultura Julián Domínguez realizó un fuerte llamado a una de las empresas de la cadena agroindustrial: “Aprovecho la oportunidad de la presencia de las autoridades de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) para mandarle un mensaje a la empresa Bayer: “Díganle que queremos que vuelvan a la Argentina”.
Y agregó: “Cuando era presidente de la Cámara (Diputados) fuimos a China para pedir que se autorizara el RR4 cuando les habían cerrado las puertas a EEUU y a Brasil. Por eso, démosnos la oportunidad de que Argentina sea un escenario global, cuando una empresa se va no pasa desapercibido. Argentina hizo mucho esfuerzo por ellos, que vuelva, no podemos darnos el lujo de tener un retraso competitivo con los países de la región. Argentina necesita el liderazgo del conocimiento y van a contar con todo el respaldo político”.
La mención que hizo el titular de la cartera agropecuaria está relacionada a la decisión que en julio pasado anunció la multinacional Bayer de dejar de comercializar semillas de soja en el mercado argentino, tras disponer la “suspensión de su negocio en semillas y biotecnología” en este segmento oleaginoso a partir de orientar su actividad al desarrollo de nuevos modelos comerciales, como la iniciativa de Carbono y la promoción del comercio a través de su plataforma digital llamada Orbia.
La compañía explicó además, en aquel momento a través de un comunicado, que “reorientará sus inversiones en la Argentina hacia proyectos rentables e innovadores que promuevan una mayor competitividad a la agricultura”. En medio de una situación donde en los últimos tiempos hubo varias empresas que dejaron el país, fuentes de Bayer aseguraron que no hay decisión de ir en ese sentido, sino todo lo contrario, y descartaron que haya influido en las decisiones la situación de que la Argentina hasta el momento no logró modificar la actual Ley de Semillas, en medio del debate postergado en el Congreso de la Nación y el reclamo de toda la industria semillera para que se consiga el objetivo.
Visita
“No se como piensan otros países, pero siento que como argentino tengo la obligación de representar los intereses de negocios de nuestra Nación y cómo queremos construir el futuro. Empecemos a defender las cosas que nosotros hacemos bien, nosotros no somos acreedores climáticos. Las demandas de calidad ambiental nosotros tenemos como ofrecerlos al mundo”, señaló el ministro de Agricultura.
La visita de Domínguez a Santa Fe fue organizado por ASA, con el objetivo de realizar un recorrido a dos empresas que integran el nodo norte del cluster semillero. Se trata de una iniciativa público y privada que en diciembre del año pasado supo conjugar los desafíos de la industria semillera argentina. A partir de esto, se generó un espacio para discutir y planificar un Plan de mejora competitiva para los próximos 10 años, con el desafío puesto en la creación de trabajo genuino, el desarrollo de innovación tecnológica, y la sustentabilidad de la producción de semilla.
El mencionado nudo, actualmente, ocupa una superficie de más de 2 millones de hectáreas. Cerca del 40% de la superficie donde se produce semillas certificadas, aproximadamente unas 160 mil hectáreas, de un total de 450 mil hectáreas declaradas en el INASE, se ubican en la zona de influencia de Venado Tuerto. En esa parte de Santa Fe se procesaron el año pasado más de 2 millones de bolsas de semillas de maíz, sorgo, girasol, trigo y soja, en sus más de 10 plantas de procesamiento y centros experimentales.
Fuente: Infobae