De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro, los fenómenos de “tiempo extremo (severe weather)” volvieron a expresarse a pleno. Pero esta vez a favor de Argentina, porque si bien las lluvias cumplieron con la distribución que los modelos pronosticaban, no se esperaban montos de ésta magnitud.
«En el S de Córdoba, SE de Santa Fe, NO de Buenos Aires y NE de La Pampa hubo registros que superaron o estuvieron muy cerca de los 100 mm, cuando se esperaba menos de 20 mm», destaca el informe. Si bien hace una semana Elorriaga decía: “la transición a noviembre muestra condiciones muy parecidas a las que se dieron antes de las importantes lluvias de inicios de setiembre” por lo que podía esperarse alguna sorpresa favorable, lo que sucedió superó por lejos las expectativas.
El epicentro de las tormentas estuvo en el sur de Santa Fe con María Teresa registrando 136 mm entre los días 29/10 al 3/11. Córdoba es la provincia más favorecida por este evento: el 70% de su territorio recibió más de 30 mm, con el sur y centro oeste provincial superando las marcas de los 45 mm. En Santa Fe fue más acotado, sólo el 20% de la provincia superó los 30 mm. El dato destacado está en el sur santafesino: el departamento General López, que venía arrastrando una enorme deuda de milímitros, recibió esta vez más de 50 mm. La Pampa tambien recibió importantes registros en el NE con más de 30 mm en el 17% de su área.
“Muy seco” se clasifica al 22% de Buenos Aires
Buenos Aires salió favorecido en el NO y muy perjudicado en la franja este y el SO que no recibió lluvias. Por el pulso de calor de la semana pasada esas zonas pasaron a estar en rojo.
En este contexto, «las reservas de agua en suelo (considerando los requerimientos de una pradera) muestran que el peor nivel de clasificación, el de muy seco, alcanza al 22% del territorio bonaerense. Este escenario se agrava porque no se observa en los modelos lluvias de importancia para la franja este bonaerense en los próximos 10 días».
Esto puedo ser un gran revés para la producción de trigo argentina. Aiello advierte al respecto: “en los últimos siete días las dinámicas regionales funcionaron de manera muy eficiente, compensando casi totalmente el efecto negativo de los forzantes de escala planetaria. Aun así, debemos recordar que el evento “Niña” está activo y combinando su acción negativa con el enfriamiento de la costa Atlántica”.
Cambio de escenario y “otra normalidad” en la región núcleo tras las lluvias
“Tras las lluvias de los últimos días aparece otra normalidad”, dicen en Cañada Rosquín. Y lo dicen porque una semana atrás, la categoría de sequía y escasez de agua se extendía en el 87% de los suelos de la región núcleo. Tras las lluvias, es otro el escenario y deja dos situaciones contrastantes: un 62% (de la región) con reservas de agua de regular a óptimas, y un 38% con reservas escasas. En el sureste cordobés, el noroeste de Buenos Aires y el sur de Santa Fe se concentraron los mayores acumulados. Los máximos se registraron en Maria Teresa y Rufino con 136 y 120 mm respectivamente. Por otro lado, Baradero recibió solo 6 mm. Estos registros pluviales permitirán culminar las labores de siembra, frenar el deterioro del llenado de trigo y brinda una cuota de tranquilidad a la campaña gruesa que comienza.
Fuente: BCR News