El trigo de la campaña 2021/22 se prepara para una cosecha récord, que de acuerdo a estimaciones privadas oscilará entre las 21 y 22,1 millones de toneladas.
A precios actuales, la cadena de valor del cultivo generará divisas por USD4.070 millones, entre granos y subproductos y representará un alivio para las arcas fiscales, que empezarán a recibir los dólares de la nueva campaña en el transcurso de diciembre y los primeros días de enero. En plenas negociaciones con el FMI por el pago de los intereses de la deuda, las reservas del Banco Central podrían quedar al límite durante el primer trimestre del año.
De mantenerse este volumen de producción, la bolsa rosarina estimó que el trigo generará USD1.600 millones más en comparación a 2020, cuando aportó USD2.471 millones. Para esta campaña, calculan un saldo exportable de 13 millones de toneladas, que sumará USD3.891 millones, mientras que la harina del cereal aportará USD179 millones.
En concepto de retenciones, el Gobierno percibirá USD461 millones.
En Chicago, el cereal con entrega marzo cotiza a USD291 por tonelada y en el transcurso del último año, aumentó USD98.
La firmeza de los precios en el mercado de Chicago, a pesar de algunos vaivenes, permite sostener el nivel de ingresos de divisas.
En el último trimestre del año y antes del comienzo de la cosecha de trigo, las ventas de granos suelen mostrar algún retroceso, hasta el empalme con la cosecha de soja y maíz, que empieza a fluir entre marzo y abril.
De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la producción del cereal dará un salto de 1,7 millones de toneladas, en relación a las ultimas proyecciones de la entidad. De esta manera, esperan un volumen de 22,1 millones de toneladas, un 30% en relación al mejor registro histórico, que se alcanzó en el ciclo 2019/20 con 19,5 millones de toneladas.
Además de sortear los efectos del clima, el otro factor que tracciona los rindes es que los pequeños productores aplicaron un paquete tecnológico de punta, sobre todo en fertilización.
La siembra fina (trigo y cebada) comenzó en junio y los productores llegaron a esa instancia con una relación favorable de precios entre insumos y productores.
Con estas perspectivas, más los precios internacionales con viento a favor, los planteos de trabajo fueron más ambiciosos.
"En este ciclo, no se fertilizó para tener un rinde objetivo de 5.000 kilos por hectárea, el objetivo fue alcanzar entre 6.000 y 8.000 kilos", remarcaron desde la BCR. En este escenario, los rindes promedios en Argentina pasaron de 3.100 kilos por hectárea a 3.360 kilos. El trigo bonaerense realizará el mayor aporte a la cosecha nacional, con 9,4 millones de toneladas. En el segundo lugar, Santa Fe sumará 5 millones, seguido por Córdoba, con 4,1 millones.
En su último informe, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), también elevó sus estimaciones hasta 21 millones de toneladas, unas 700.000 toneladas adicionales en relación a su informe anterior. En paralelo, ayer se conoció la ultima proyección del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
El organismo mantiene su proyección de cosecha argentina en 20 millones de toneladas, y también quedó sin modificaciones el saldo exportable, que si subió en el resto de los principales países productores.
Fuente: Agritotal