De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro, desde el punto de vista climático la respuesta es clara: sí, la situación se resolvió con el cambio atmosférico de la segunda quincena de enero. Pero desde el punto de vista de los cultivos no, ya que el 50% de la región núcleo sigue con reservas escasas y sequía teniendo en cuenta la demanda de una pradera permanente.
Soja de primera: tras las lluvias bajaron los cuadros regulares un 10% y los muy buenos pasaron a un 45%
La llegada de las lluvias reactivó el crecimiento en buena parte del área sembrada con soja de la región y la condición muy buena pasó de un 20 a un 45%. Los buenos son ahora un 35% y los cuadros regulares bajaron de un 25% a un 15% en esta semana. “El cultivo está produciendo nuevas camadas de flores. Si el clima de febrero no es tan agresivo, van a llegar a formar las chauchas y mejorar la producción”, dicen en Carlos Pellegrini.
Pero los cuadros malos siguen igual que 7 días atrás y representan un 5% del área. En muchas zonas cómo en Bigand o El Trébol explican que hay cuadros con graves dificultades y no están mostrando reacción en cuanto a crecimiento. “En suelos complejos sigue muy grave, en lotes con fase erosionada mejoraron, pero no cierran los entresurcos. Solo en lotes con mejores manejos lograron cerrarlo”. Los técnicos indican que se necesitan al menos 70 mm para mantener el rinde que se espera hasta el momento, que ya presenta mermas.
«El cultivo no logrará llegar a su máximo potencial en lotes de buena condición, estimamos 30 a 35 qq/ha con valores de 25 qq/ha a 40 qq/ha«, señalan. En Colón estiman daños en el potencial de rinde que arrancan en el 10 a 20%.
Es importante destacar que la demanda de la soja de primera es mucho más importante: está en estado reproductivo, de hecho el 42% ya se encuentra en plena fructificación que es cuando empieza el período crítico y la mayor demanda hídrica. Los acumulados de enero muestran que todas las zonas que recibieron menos de 100 mm tienen problemas para afrontar lo que sigue si las próximas dos semanas de febrero no compensan la faltante de milímetros.
Hay que tener en cuenta que la media de enero es de 120 mm y muchas zonas terminaron la primera quincena con los suelos vacíos, lo que sumado a los valores extremos de temperaturas produjo un deterioro en soja y maíz que muchos agrónomos califican como inédito. En esta semana también hay excesos sobre el noroeste de Buenos Aires, que recibió lluvias excepcionales de casi 300 mm.
Sin embargo, en General Pinto explican que a pesar de haber recibido 250 mm en tan pocos días, la falta de agua era tan importante en los perfiles de los suelos que los excesos de agua se fueron muy rápido y no hubo pérdidas por anegamientos en los lotes. La cantidad de milímetros que falta en el área del centro y norte de GEA, zona que sigue arrastrando los efectos de la sequía, van de 100 a 140.
Soja de segunda: se reactivaron, pero falta más agua
Las lluvias no han podido revertir el 30% de los cuadros que están en estado regular a malo en la región. “No sabemos en cuanto se afectó el rinde potencial, tenemos que evaluar el número de nudos y cómo evolucionan ya que no llovió demasiado y ahora comienzan a demandar más agua”, comentan desde Corral de Bustos, una de las áreas más favorecidas de la región.
Desde Colón advierten: ”hay lotes que perdieron muchas plantas”. Si bien el 65 % de la soja de segunda de la región está en estados vegetativos avanzados, hay un 35% que comenzó a transitar los estados reproductivos. Desde Bigand advierten que “debe llover bien, para afrontar el periodo crítico con mejores condiciones, ya que las reservas siguen siendo escasas”. Desde Carlos Pellegrini comentan que la soja de segunda fue la más favorecida con las precipitaciones. Han retomado su desarrollo y están comenzando a florecer. “El 80% de los lotes se los considera en muy buenas condiciones”.
Fuente: BCR News