La compañía Bioceres anunció un nuevo “hito” para su apuesta a comercializar a nivel global el primer trigo transgénico del mundo: la variedad HB4, que contiene un gen del girasol que le confiere tolerancia y mejores respuestas de rendimiento ante condiciones de estrés hídrico y salinidad.
Se trata de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) “concluyó favorablemente la evaluación del Trigo HB4, después de un largo proceso con múltiples requisitos legales y reglamentarios”, indicó el Gerente de Comunicaciones de Bioceres, Gabino Rebagliati.
La empresa inició esta consulta en 2018 y, si bien es de carácter voluntaria, implica una extensa y rigurosa serie de presentaciones para obtener una evaluación regulatoria, nutricional, de impacto ambiental, calidad y de seguridad integral que permita el uso en los mercados de alimentos.
Junto a la FDA, trabaja la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Agricultura del Gobierno de EE.UU. (USDA), y son los encargados de garantizar que los Organismos Genéticamente Modificados (GMO), como el Trigo HB4, son seguros para la salud humana, vegetal y animal.
CAMINO DE CRECIMIENTO
“Como para dimensionar la importancia de esta noticia y la exigencia y seriedad de la FDA, es bueno recordar que se trata del organismo norteamericano que estuvo (y está) a cargo de regular y autorizar las vacunas contra el COVID19 que nos permiten vivir de nuevo una vida normal”, valoró al respecto Rebagliati.
De esta manera, este primer apoyo del Gobierno estadounidense –todavía no significa que el cultivo pueda sembrarse libremente en ese país– se suma a los avales que ya logró en Brasil, Colombia, Australia y Nueva Zelanda.
“Esta serie de aprobaciones que Grupo Bioceres ha obtenido en muchos de los principales países importadores y productores de trigo en los últimos meses son el resultado de más de 10 años de trabajo para que el Trigo HB4 cumpla con las normativas necesarias en cada uno de estos mercados”, continuó Rebagliati.
Para Bioceres, la oportunidad de lograr que por primera vez el mercado mundial del trigo acepte una variedad transgénica está dada por la crisis provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania, dos de los principales productores y exportadores de cereal, y por la decisión de India, otro de los grandes jugadores globales, de cerrar sus exportaciones para garantizar la demanda local.
En este marco, de todos modos, Bioceres confirmó que “continuará con el sistema de identidad preservada, es decir, no comercializará las semillas, lo cual le permite a la empresa preservar el valor de la tecnología” y además evitar que pueda haber “contaminación” de lotes y que se envíen al exterior variedades que aún no tienen su aprobación en los mercados compradores.
Fuente: Infocampo