El Gobierno postergó el aumento del impuesto a los combustibles líquidos para julio. Es una medida que el Ejecutivo ya viene tomando para evitar un aumento de precios en las cadenas de producción.
A través del Decreto 168/2023, se volvió a repetir la política de postergar la implementación de la alícuota. De esta manera, el oficialismo argumentó que esta medida se tiene como el fin de asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios.
Cabe destacar que en los últimos días los combustibles sufrieron un aumento del 3,8 %. Esta suba se dio en el marco del acuerdo del programa Precios Justos.
El Gobierno entendió que, si a este aumento le sumaba otro, el impacto en la inflación de abril sería muy importante. El ministro de Economía, Sergio Massa, prometió trabajar para bajar el valor del Índice de Precios al Consumidor (IPC), pero en febrero hubo una suba y terminó en 6,6 %.
Por este motivo, el Ejecutivo argumentó: “Debe tenerse en cuenta que, tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles”. En este sentido, comentó que resulta razonable, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, postergar hasta el 1 de julio los efectos de los incrementos en los montos de los impuestos establecidos.
Fuente: Agrofy News