En la campaña agrícola 2023/24, el Gobierno nacional calcula que los productores invertirán U$S 40.500 millones, para un ciclo que se desarrollará en una superficie de 38,9 millones de hectáreas.
Los cálculos, elaborados por la Secretaría de Agricultura, se proyectaron en base a los principales cultivos agrícolas para la campaña de cosecha fina, gruesa, arroz, maní, algodón y legumbres.
En cultivos, los productores invertirán U$S 24.230 millones, en donde las principales inversiones de capital de trabajo estarán encabezadas por la soja (de primera y segunda), con U$S 9.223 millones. El listado se completa con maíz, con U$S 7.800 millones y el trigo, con U$S 2.800 millones.
A este desembolso por parte de los productores, se suman U$S 10.300 millones en gastos de comercialización y cosecha, y U$S 6.000 millones para mantener la estructura de producción.
El informe señala que el 70% del total de la superficie sembrada está en manos de terceros, y que si se agregan los gastos de comercialización y cosecha la suma final asciende a U$S 40.500 millones.
SUPERFICIE SEMBRADA
En relación a la superficie sembrada, unas 7,7 millones de hectáreas corresponden a trigo y cebada); 29,5 millones a maíz, soja, girasol y sorgo y 1,7 millones se destinarán a arroz, maní, algodón y legumbres.
EL CALCULO DE LOS PRIVADOS
A finales de junio, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) calculó cuanto inviertieron los productores durante la campaña 2022/23 en los cultivos de soja de primera y de segunda; maíz temprano y tardío; trigo; girasol; sorgo; cebada cervecera y cebada forrajera.
El calculó arrojó que los costos de siembra, pulverización e insumos se ubicaron sobre los US$ 16.456 millones. “Este importe resultó un 23% superior al de la campaña pasada, y un 47% mayor al promedio los últimos cinco ciclos agrícolas”, argumentaron.
Del total invertido por los productores en la última campaña, US$ 4.326 millones correspondieron a la soja de primera; US$ 3.948 millones para el maíz tardío; US$ 3.148 millones para el trigo; US$ y 1.428 millones para la soja de segunda.
Fuente: Infocampo