Los informes de las consultoras locales y del exterior que son leídos con avidez analizan la economía, pero no la adivinan. En lo que coinciden es que para que la Argentina sea viable hay que hacer un importante ajuste fiscal que incluye el aumento de tarifas y la eliminación del cepo cambiario. Todos advierten en riesgo de default entre 2024 y 2025. El país está en la “Trampa 22″ como se denomina a la situación del balotaje donde cualquier alternativa que elija para solucionar un problema la termina perjudicando.
En Wall Street aseguran que Sergio Massa hará un ajuste gradual, pero tendrá gobernabilidad por negociaciones en el Congreso, mientras Javier Milei es partidario de un shock en la economía, pero no tiene el poder para hacerlo.
Según Moody’s Investor Service, una de las calificadoras de riesgo más importante del mundo, “un ajuste macro fiscal es inevitable independientemente de quién gane”. La calificadora advierte que “el resultado del balotaje determinará si la economía está preparada para enfrentar un período prolongado de deterioro gradual. Cuánto más tiempo permanezcan sin resolver los problemas de Argentina, más difícil será solucionarlos en el futuro”.
“A pesar de las políticas opuestas, ambas opciones incrementan el riesgo de que se produzca un evento crediticio (default) en 2024-2025, debido a las muy limitadas reservas de divisas y la contracción económica. La Argentina tiene 12 series de bonos globales y eurobonos vigentes por un valor nominal de USD 67.600 millones y una estructura escalonada de cupones que se amortizan entre julio de 2024 y julio de 2046″.
Moody’s recuerda que “la economía argentina tiene un largo historial de haber atravesado situaciones económicas difíciles, pero pocas veces ha acumulado desequilibrios tan grandes. El más generalizado de ellos es el control del tipo de cambio oficial, que promueve importantes distorsiones de los precios relativos y está cada vez más por detrás del tipo de cambio del mercado paralelo. En lugar de ser un ancla nominal, la situación cambiaria aviva la inflación y sube las expectativas de inflación”.
En tanto, el presente se sigue complicando para los jugadores del mercado financiero, especialmente para el agro que debe invertir para sembrar y desconoce el dato clave que es la política cambiaria a futuro. Si bien se habla de un salto discreto del tipo de cambio tras las elecciones, justamente ese no es un dato que los aliente.
El analista financiero y especialista en agromercados Salvador Vitelli señala que “el agro, a medida que surgen rumores de desdoblamiento o versiones segmentadas, el tipo de cambio mayorista comienza a quedar más testimonial ya que todas las exportaciones se están liquidando a un tipo de cambio implícito de $500. En la medida que se siga haciendo este tipo de artimañas en el comercio exterior, habrá más distorsiones. Lo mismo está pasando con aquellos que venden forward, es decir se comprometen a entregar a futuro maíz o soja con buenos precios en dólares, pero producto de esta norma artificial, en el momento de la entrega corren el riesgo de pesificarse a $350 con lo que terminaron vendiendo a precios muy baratos. Por eso tenemos estos movimientos tan bruscos en el mercado que tanto daño hacen a la estructura de precios”.
“Si gana Massa el mercado no sabe si habrá un crawling peg (devaluación regulada) o un salto discreto del tipo de cambio a $500. También está el riesgo de que haya un tipo de cambio con mayor porcentaje de liquidación en el mercado de contado con liquidación, que provocará un default a los que vendieron forward. Lo que el agro no ve es que haya un tipo de cambio muy competitivo de cara a diciembre pensando en un Massa ganador. Si gana Milei, le adjudican al dólar un recorrido extra al alza”.
Los números de las liquidaciones del agro de octubre están entre los peores en términos históricos. Ante esta situación, Vitelli señala que “ahora no hay mucha necesidad de ventas por parte del agro y se están sentando sobre su mercadería a la espera de que se aclare el panorama. En la medida en que no haya un tipo de cambio que los satisfaga, pero que no sea a través de porcentajes en el contado con liquidación que produce fuertes distorsiones, va a ser difícil pensar en liquidaciones futuras normales”.
En el exterior, en tanto, los bonos argentinos tuvieron una rueda de leves alzas que no superaron 1%, mientras los ADRs -certificados de tenencias de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda negativa donde las empresas de energía la pasaron mal a pesar del alza del petróleo, Por caso, YPF bajó 4,5%.
Este movimiento se reflejará hoy en los mercados locales. Pero más allá de las acciones y bonos las miradas estarán puestas en la plaza de futuros del dólar. Las declaraciones de Sergio Massa del fin de semana sobre la suerte del tipo de cambio, no dejaron conformes a los inversores que saben que uno de los principales jugadores es el agro por los montos que operan.
Fuente: Infobae