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“Llevo más de veinte años siguiendo al mercado de trigo brasileño y jamás había visto una caída tan grande en términos cualitativos y cuantitativos como la registrada en esta campaña; el sector productivo está bastante frustrado”.
Así lo indicó el analista de mercados agrícola de la consultora Safras & Mercado, Élcio Bento, durante una entrevista concedida este martes al sitio brasileño Noticias Agrícolas.
El analista explicó que hasta comienzos de octubre pasado los precios del trigo en el sur de Brasil contenían la hipótesis de una gran cosecha que generaría una oferta exportable similar a la registrada en las últimas dos campañas.
Sin embargo, cuando comenzó a hacerse evidente que el factor climático iba camino a quebrar esa hipótesis, los valores comenzaron a recuperarse de manera abrupta en línea con la paridad de importación.
Esa tendencia alcista finalmente se interrumpió hacia fines de noviembre pasado a partir del ingreso de embarques de trigo ruso y argentino al mercado brasileño, lo que puso “paños fríos” a las cotizaciones del cereal.
“Rio Grande do Sul, por ejemplo, que es el mayor exportador de trigo en Brasil, tenía una proyección de producción inicial fue de 5,2 millones de toneladas de trigo y terminó cosechando 3,3 millones, de las cuales entre 60% y 70% corresponde a cereal de baja calidad”, apuntó Bento.
Las restricciones hídricas al comienzo de la campaña, junto con los excesos hídricos registrados hacia el final de la misma, liquidaron gran parte de la cosecha esperada al tiempo que buena parte de lo que pudo recolectarse tendrá como destino final el uso forrajero.
“Rio Grande do Sul, que el año pasado logró exportar casi 3,0 millones de toneladas de trigo, en la presente campaña tendrá que comprar cereal de buena calidad en el mercado internacional para poder atender las necesidades de su propia industria molinera”, señaló el analista.
De todas maneras, Bento remarcó que, a pesar del desastre productivo experimentado en el sur de Brasil, el factor precio no logrará recomponer el volumen perdido debido a que los precios internacionales del trigo permanecen bajos respecto de la situación presente un año atrás.
Eso porque los principales exportadores de trigo del mundo, Rusia y Ucrania (que representan el 30% de la oferta exportable 2023/24), están “reventando” sus cosechas de trigo al estar urgidos por generar divisas para poder abastecerse de bienes básicos en el marco de un conflicto bélico.
Fuente: Bichos de Campo
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