La Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) de Brasil lanzó este miércoles una nueva estimación de la cosecha 2023/24 en el vecino país, con una nueva reducción de los volúmenes esperados por las “condiciones climáticas inestables, con lluvias escasas y mal distribuidas combinadas con altas temperaturas en la región central del país, además de intensas precipitaciones en la región Sur”.
En su cuarta estimación, el recorte ha sido esta vez de 13,5 millones de toneladas respecto al obtenido en 2022/23. De todos modos, se espera que la producción brasileña de granos alcance los 306,4 millones de toneladas.
“La actual zafra tiene la característica de ser una de las más complejas para estimar área, productividad y producción de los últimos tiempos. Las dificultades se pueden resumir en problemas climáticos, que generan incertidumbre y dificultan la toma de decisiones de los productores”, indicó el superintendente de Información Agropecuaria de la Conab, Aroldo Antonio de
Oliveira Neto.
De soja se esperan 155,3 millones de toneladas. El resultado representa una caída del 4,2% en las expectativas, ya que las primeras proyecciones apuntaban a una cosecha de 162 millones de toneladas. Las lluvias mal distribuidas y las altas temperaturas influyeron negativamente tanto en la siembra como en el desarrollo de los cultivos.
Otro producto importante para los brasileños, el arroz, tiene una producción estimada de 10,8 millones de toneladas. Si, por un lado, los precios de los cereales fueron incentivos para aumentar la superficie en algunos estados productores, por otro, los retrasos en la siembra, las cantidades excesivas de lluvia o los períodos estivales ocurridos en diferentes regiones, además de las
dificultades en las prácticas culturales, son variables. para registrar impactos desfavorables en la productividad.
Para el frijol o poroto se espera una producción estable respecto a la cosecha pasada, alcanzando una cosecha de 3,03 millones de toneladas. Sin embargo, la implementación del primer cultivo de leguminosas está por concluir y viene mostrando cambios negativos, debido a la inestabilidad climática.
En el caso del maíz, la producción total se estima en 117,6 millones de toneladas, una reducción del 10,9% respecto al ciclo anterior. La caída es un reflejo de una menor superficie plantada y un empeoramiento de los rendimientos esperados de los cultivos.
Para el algodón, se espera un crecimiento de la superficie cultivada del 6,2% durante la cosecha 2022/23. Con una siembra cercana al 32% en el país, la superficie estimada de alrededor de 1,77 millones de hectáreas puede variar, ya que parte del área que debería ser resembrada con soja en Mato Grosso podrá ser utilizada para sembrar la fibra. Actualmente la proyección es de
una cosecha de 3,1 millones de toneladas.
Terminada la cosecha, el trigo registra una producción de 8,1 millones de toneladas. Hasta el inicio de la fase reproductiva, las condiciones climáticas venían beneficiando el cultivo, con perspectivas de una cosecha récord similar a la de 2022. Pero a partir de septiembre comenzó el período de lluvias excesivas que persistió hasta la cosecha, situación que provocó pérdidas en la
productividad.
Fuente: Bichos de campo