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La entidad agropecuaria brasileña Aprosoja, que agrupa a empresarios agrícolas productores de esa oleaginosa, alertaron que las proyecciones oficiales de la cosecha de soja 2023/24 de Brasil están muy alejadas de la realidad.
Este martes Aprosoja, en base a un relevamiento realizado en las diferentes zonas productivas, dijo que en el mejor de los casos la producción brasileña de soja sería de 135 millones de toneladas, una cifra muy lejana a los 155 millones publicados en el último informe oficial del organismo estatal brasileño Conab.
Aprosoja indicó que la estimación realizada “tiene en cuenta el estrés hídrico inicial al que fueron sometidos los cultivos en los estados del centro-oeste del país, como Mato Grosso, Goiás y Mato Grosso do Sul, además del exceso de precipitaciones ocurrido posteriormente en zonas de esos mismos estados que dificultaron las labores de recolección de granos”.
“También hay fuertes reportes de pérdidas en el sur del país, principalmente en el estado de Paraná, donde el cultivo sufrió exceso de lluvias al inicio de la siembra y ahora enfrenta un déficit hídrico en zonas donde la soja se encuentra en fase reproductiva, lo que compromete la productividad del cultivo”, añadió.
La entidad agropecuaria brasileño no descartó que la cifra final de cosecha pueda incluso resultar menor a la pronosticada debido a la acumulación de factores climáticos desfavorables que se vienen registrando en la campaña gruesa 2023/24.
Los directivos de Aprosoja remarcaron que “la publicación en el mercado de datos sobre la cosecha que no se corresponden con la realidad ha provocado una tendencia a la baja en los precios”, lo que implica que los productores, “además de haber reducido su productividad, tienen que lidiar con precios incompatibles con la realidad”.
“Cuando el productor recibe un valor inferior al que realmente vale su producto, y que no cubre el costo de producción, la pérdida no sólo es soportada por los productores, sino que se comparte a nivel regional en forma de reducción de la actividad económica, lo que puede derivar en una reducción del empleo y de las oportunidades de inversión”, resaltó.
Ante esa situación, la entidad recomendó a los productores extremar precauciones y reajustar sus planes de negocios, además de evitar realizar ventas anticipadas de soja a la “espera de que el mercado reaccione”.
Este martes Aprosoja, en base a un relevamiento realizado en las diferentes zonas productivas, dijo que en el mejor de los casos la producción brasileña de soja sería de 135 millones de toneladas, una cifra muy lejana a los 155 millones publicados en el último informe oficial del organismo estatal brasileño Conab.
Aprosoja indicó que la estimación realizada “tiene en cuenta el estrés hídrico inicial al que fueron sometidos los cultivos en los estados del centro-oeste del país, como Mato Grosso, Goiás y Mato Grosso do Sul, además del exceso de precipitaciones ocurrido posteriormente en zonas de esos mismos estados que dificultaron las labores de recolección de granos”.
“También hay fuertes reportes de pérdidas en el sur del país, principalmente en el estado de Paraná, donde el cultivo sufrió exceso de lluvias al inicio de la siembra y ahora enfrenta un déficit hídrico en zonas donde la soja se encuentra en fase reproductiva, lo que compromete la productividad del cultivo”, añadió.
La entidad agropecuaria brasileño no descartó que la cifra final de cosecha pueda incluso resultar menor a la pronosticada debido a la acumulación de factores climáticos desfavorables que se vienen registrando en la campaña gruesa 2023/24.
Los directivos de Aprosoja remarcaron que “la publicación en el mercado de datos sobre la cosecha que no se corresponden con la realidad ha provocado una tendencia a la baja en los precios”, lo que implica que los productores, “además de haber reducido su productividad, tienen que lidiar con precios incompatibles con la realidad”.
“Cuando el productor recibe un valor inferior al que realmente vale su producto, y que no cubre el costo de producción, la pérdida no sólo es soportada por los productores, sino que se comparte a nivel regional en forma de reducción de la actividad económica, lo que puede derivar en una reducción del empleo y de las oportunidades de inversión”, resaltó.
Ante esa situación, la entidad recomendó a los productores extremar precauciones y reajustar sus planes de negocios, además de evitar realizar ventas anticipadas de soja a la “espera de que el mercado reaccione”.
Fuente: Bichos de Campo
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