Un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la región núcleo experimentó un ciclo récord en la siembra de maíz, alcanzando casi 2 millones de hectáreas. A pesar de esta cifra, la producción final de maíz de la campaña 23/24 se vio limitada a 14,5 millones de toneladas debido a la plaga de la chicharrita.
Según el documento, elaborado por Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo, se sembraron 564.000 hectáreas más de lo esperado, superando las expectativas previas. Los avances en tecnología y un fuerte entusiasmo por el maíz hicieron posible esta siembra récord. Sin embargo, el impacto de la chicharrita, especialmente en las siembras tardías, fue un factor decisivo que impidió alcanzar una producción estimada de 17 millones de toneladas.
Las imágenes satelitales de GEA/BCR confirmaron la magnitud de la siembra, con una superficie total de 1,947 millones de hectáreas dedicadas al maíz. Este aumento significativo en el área sembrada se dio a pesar de las dificultades financieras derivadas de tres años consecutivos de eventos climáticos adversos (Niñas). La superficie destinada a la cosecha de grano comercial alcanzó 1,6 millones de hectáreas, una cifra que demuestra la alta productividad de la región.
El informe también destaca que el maíz mostró una presencia dominante en el suroeste de la región núcleo, mientras que la soja predominó en el noreste. En particular, el noroeste de Buenos Aires (subzona IV) experimentó un incremento interanual del 84% en la superficie sembrada con maíz, reflejando una estrategia para compensar la caída en la superficie triguera debido a la falta de agua durante el otoño.
Uno de los desafíos más grandes de esta campaña fue la fecha de siembra. Las lluvias regresaron a fines de octubre, retrasando la siembra de maíz, que generalmente ocurre en septiembre. Como resultado, el 35% del maíz se sembró después del 15 de noviembre, una práctica que normalmente no supera el 8% en la región.
La chicharrita causó un daño significativo, reduciendo el rendimiento promedio de 103 qq/ha a 91 qq/ha. Sin este impacto, se habría alcanzado una producción mínima de 16,5 millones de toneladas. El informe señala que la plaga afectó particularmente las siembras tardías, acentuando la pérdida de rendimiento.
En otros cultivos, la siembra de trigo ha comenzado con un leve aumento en la intención de siembra, pasando de un incremento del 5% a un 8%. A pesar de los temores por las heladas, especialmente en el norte de Buenos Aires, los perfiles de humedad han mejorado significativamente, lo que podría mitigar algunos riesgos.
Finalmente, la cosecha de soja de primera ha sido la más atrasada en los últimos cinco años, con un rendimiento promedio de 42 qq/ha. La cosecha de maíz temprano promedió 108 qq/ha, y el 15% del maíz tardío ya ha sido recolectado debido a los ataques de chicharrita.
Fuente: BCR