Más de U$S 14.000 millones recaudaría el Estado con la cosecha de soja 2023/24 que está finalizando, lo que significa más de la mitad de los ingresos generados por la oleaginosa, cuando un productor que alquila se queda con una renta de apenas el 4,5% del capital invertido.
Así lo sostiene un informe elaborado por Néstor Roulet, productor cordobés oriundo de Canals, que fue vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) durante el conflicto de 2008 y también integró el equipo del ex Ministerio de Agroindustria (hoy Secretaría de Bioeconomía), como secretario de Agregado de Valor, durante la gestión de Ricardo Buryaile.
Roulet envió a Infocampo un pormenorizado documento en el que calcula los ingresos y gastos en que incurre un productor o contratista, tanto en campo propio como alquilado, y los impuestos que debe abonar en ese camino.
Vale mencionar que no solo contempla el costo tributario más importante, que son las retenciones, sino también otros impuestos nacionales, como Ganancias, Cheque y Bienes Personales; así como también tributos provinciales (Inmobiliario Rural) y municipales (tasas).
¿CÓMO SE REPARTEN LOS INGRESOS DE LA SOJA?
Las conclusiones a las que llegó son las siguientes:
El Estado recaudará en la campaña 2023/24, solo por el cultivo de la soja, U$S 14.166 millones, esto representa un 52% del ingreso bruto de dólares.
El dueño de campo que alquiló a 15 qq/ha, restándole el costo impositivo, le quedan 7,6 qq/ha (228,71 U$S/ha). Si el valor del campo es de 15.000 U$S/ha, la renta es del 1,5 % anual en dólares.
El inquilino que invierte 834 U$S/ha, el resultado final es de 37,82 U$S/ha, lo que implica una renta del 4,5 % del capital invertido, con todos los riesgos climáticos, biológicos y de mercado.
El Estado se queda con el 52% de los ingresos sin riesgo y sin inversiones, ya que no hay caminos rurales ni rutas acorde a la producción, ni obras de sistematizaciones hidráulicas, ni seguros de riesgos climáticos, ni seguridad de carga, etcétera.
Al Estado le conviene el sistema de producción en campos alquilados, ya que con el mismo (suma de impuestos al inquilino y al arrendador) recauda un 6,5% más (784,82 U$S/ha vs. 833,47 U$S/ha), por lo que se entiende este esquema financiero sobre el productivo.
El Estado al llevarse para sus arcas U$S 14.166.537.500 en los 17,3 millones de hectáreas sembradas, recauda un promedio de 818,87 U$S/ha. Lo que implica que a un valor promedio de 15.000 U$S/ha agrícola del país, se queda en forma anual con el 5,5 % del valor de la tierra. Así, prácticamente en estos 22 años de vigencia de las retenciones, se quedó con el 100 % del valor del campo.
“Por esto a los Gobiernos ‘populistas’ no les interesa el campo sino su ‘renta’”, cerró Roulet.
Fuente: Infocampo