El trigo argentino, gracias al Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur, cuenta con una suerte de “blindaje” que contribuye a suavizar la tendencia bajista presente en el mercado internacional del cereal.
El AEC del 10%, junto con las serias dudas sobre las perspectivas de la campaña triguera brasileña, permiten que el valor FOB del trigo pan a granel argentino se encuentre por encima del cereal identificado y segregado con origen en EE.UU.
La contrapartida del FOB argentino –también uruguayo y paraguayo– es un precio del trigo sostenido en el mercado interno brasileño ante la escasa disponibilidad de partidas de cereal de alta calidad para panificación.
“La superficie sembrada de trigo de la nueva cosecha es menor que la registrada en la temporada anterior, lo que hace que la oferta dependa del clima y su impacto en la productividad”, advierte un memo del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea) de la Universidad de San Pablo.
El último informe oficial publicado por Conab sobre la evolución de la campaña de trigo –con datos al pasado 21 de junio– indicaba que en el estado brasileño de Paraná se había sembrado ya el 91% del área prevista del cereal, de la cual el 10% se encuentra en floración y el 1% en llenado de grano.
En tanto, en Rio Grande do Sul –estado que sufrió un desastre climático y humanitario el mes pasado– el retraso del cultivo es muy significativo dado que al 21 de junio apenas se había logrado sembrar el 43% de lo previsto con un 43% del cultivo en desarrollo vegetativo. No se trata de una cuestión menor porque en condiciones climáticas normales ese estado es el mayor proveedor de trigo de Brasil.
El riesgo presente es que el gobierno brasileño decida ampliar la cuota de trigo de importación libre del AEC para facilitar el ingreso de trigo ruso y así reducir el “plus” del valor FOB presente en los países exportadores del Mercosur.
La industria molinera brasileña está haciendo un lobby activo para que la actual cuota de 750.0000 toneladas anuales libre del AEC sea ampliada de manera significativa para reducir el precio de importación del cereal.
Fuente: Bichos de Campo