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10/07/2024 - Dólares: la cosecha de soja perdió un valor de hasta US$300 millones por la baja en los precios

Por Mariana Reinke

“Se desplomó todo”. El devenir climático para los Estados Unidos impactó en los últimos dos días en la Bolsa de Chicago. Si bien tras la abrupta baja de anteayer que lo llevó al valor más bajo desde el 14 de octubre de 2020 el maíz recortó parte de la pérdida, la soja este martes volvió a quedar en terreno negativo. Y así, en dos ruedas, la posición agosto en ese mercado ya resignó US$12,86 por tonelada para finalizar en 415,66 dólares por tonelada. En tanto, noviembre, en las últimas dos jornadas cayó de US$415,1 a US$396,83, una pérdida de US$18,27 por tonelada y una marca por debajo de la barrera de los US$400. Fuentes del sector recordaron que esta última posición había venido cotizando arriba de los US$400 desde mediados de junio de 2021.

Según cálculos de los expertos, con las bajas externas el valor de exportación de la soja argentina ya es menor. Para Az Group se perderían unos US$220 millones. Diversas fuentes vienen señalando que entre el grano entregado con precio y lo que falta poner valor son más de 36 millones de toneladas. Para Gustavo López, de Agritrend, en tanto, la pérdida de valor va de 250 a 300 millones de dólares. En maíz, en tanto, el cálculo es imposible de hacerlo porque se está en plena cosecha de maíz tardío (70% de la superficie sembrada) y nadie sabe cuál va a ser el rinde y el volumen final por los daños por chicharrita.

Para Eugenio Irazuegui, responsable de research de la corredora Zeni, el fundamento principal de la depresión que reflejan las cotizaciones del forrajero es el buen estado de los cultivos estadounidenses, que permite elucubrar con una muy buena cosecha 2024/2025. Es así que los fondos de inversión tomaron lectura de esta coyuntura y liquidaron posiciones compradas en la operatoria, acentuando la baja en las cotizaciones.

Por otra parte, dijo Irazuegui, respecto de la soja desde el agregado agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) con sede en China “anticipan un ritmo de importaciones más moderado para el ciclo comercial 2024/25″.

“En una primera instancia, pronostican unas 103 millones de toneladas, adoptando una postura notoriamente más cautelosa que la última publicación mensual del USDA que señaló 109 millones de toneladas”, explicó a LA NACION.

“Con motivo de la actualización de los pronósticos meteorológicos, que aseguran aportes hídricos regulares hasta al menos el próximo lunes 22, quedarían ciertos rezagos del Huracán Beryl que dejarían episodios de precipitaciones de acotada magnitud para finales de esta semana. El factor climático comienza a ganar importancia con el correr de las semanas, dado que los cultivos se encuentran próximos a la etapa de polinización. De esta manera, crecen las probabilidades de que la campaña 24/25 arroje un escenario de oferta más holgado en Estados Unidos”, explicó Irazuegui.

En este contexto analizó para la Argentina: “Puntualmente en el caso de la soja, con la trilla recientemente concluida, estaría quedando en manos de los productores sin vender aproximadamente unas 28,45 millones de toneladas. En base a los valores negociados actualmente en la plaza internacional, implica una valuación total de US$12.490 millones. Por otro lado, si sumamos los negocios pendientes de fijación (sin precio establecido) el monto asciende a 36,90 millones de toneladas”.

En esa línea, Gustavo López, analista de mercado de Agritrend, recordó que el viernes pasado el mercado había terminado muy para arriba, pero que ayer “se desplomó todo”.

“Estas fluctuaciones están totalmente relacionadas a cómo viene el clima en Estados Unidos. Estuvo lloviendo en muchas zonas y esas precipitaciones le sacaron todo el sostén que tenía el precio. Todo venía muy complicado, todo estaba muy seco y había mucha angustia”, explicó.

Para López, este escenario va a seguir hasta que termine el año. “Cuando la gente pensaba que iba a ser un 67%, el maíz ya aparece con un casi 68% entre bueno y excelente. El año pasado fue el 55% y fue una cosecha relativamente buena. En soja pasa lo mismo, está en casi un 70%, contra los 67% que estaban esperando y el 50% el año pasado. No se puede negar que la situación es buena. Y, por el lado del trigo, que se desplomó también, parece medio absurdo porque en realidad es un área un poquito más alejada del cordón maicero, pero ahí lo que se está viendo es que están levantando rápidamente la cosecha, ya hay un 63% cosechado, mientras que la semana pasada estaban un 54%, pero el año pasado estaban un 43%. Con lo cual están diciendo que en realidad van a tener una cosecha muy buena”, expresó López.

En este sentido, insistió que estas subas y bajas se van a seguir viviendo como todos los años, en función a cómo siga el clima. “Es totalmente, como le dicen ellos, un weather market, un mercado climático. De continuar esta situación es difícil que los precios repunten, excepto que haya algún problema climático más serio, pero que por ahora no se ve”, remarcó.

Nicolás Udaquiola, director de la consultora AZ Group, fue más allá y sumó al factor climático otras variables, como es la política internacional. En este contexto, señaló que, por encima de la mirada de los commodities agrícolas, el marco general fue negativo.

“Fue un mal día para el mercado en general, no solo para los commodities, también para los metales, los energéticos, el petróleo, excepto el gas. La foto es que fue un mal día desde el punto de vista de los inversores, probablemente los factores políticos son los que están detrás de toda esta mirada de corto plazo, como los resultados electorales en Francia y la mirada de un Estados Unidos también con incertidumbre de cara a qué es lo que va a pasar en términos de elecciones, con un Biden que todavía, si bien no resigna su candidatura, no está con un apoyo muy contundente del propio partido. Lo conecto un poco más por ese lado”, dijo.

De todos modos, destacó que, cuando uno se mete con los datos de ayer y busca los fundamentos propios del mercado de granos, encuentra que mejoró la condición de los cultivos de soja y de maíz y que “se diferencia la evolución de este año por lo menos con esta reversión que está teniendo”.

“Se diferencia de lo que fue los últimos tres años y también del 2019 y del 2017: una evolución de condición de cultivo que si bien es peor de lo que fue al inicio o la inicial, está con un evolucionar bastante positivo, con un clima relativamente amigable. A foto de hoy, con temperaturas más amigables de lo que se esperaba y con buenas y constantes lluvias, el clima ayuda. Así que el combo claramente no es positivo”, subrayó.

“Hay datos de embarques en Estados Unidos, dependiendo del cultivo, que fueron mejor de lo esperado, pero algo por debajo de la semana pasada. Así que con fondos vendidos nuevamente, el mundo no está encontrando por ahora el soporte para revertir”, agregó.

A modo de conclusión, para Lorena D’Angelo, analista de granos de la misma consultora, lo que sucedió ayer en Chicago, que contagió al mercado local, respondió principalmente a una toma de ganancias, después de las subas de la semana pasada, que fue más corta y, también, por cambios en los pronósticos climáticos que estarían dando mejores condiciones. Recordó el informe mensual del USDA que salió el viernes, por el cual el mercado está descontando que va a ajustar al alza las producciones de maíz y soja, también los stocks finales y se augura una mayor producción.

“Ayer el mercado de Chicago se pegó un golpe importante en las cotizaciones y eso se reflejó en el mercado local. La semana pasada había una preocupación sobre los pronósticos durante todo el mes de julio, que daba altas temperaturas y bajas precipitaciones. Ahora se está desarrollando no con esos pronósticos, sino con pronósticos de lluvia y acompañamiento a los cultivos. Y el informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, (USDA) destacó que el estado de los cultivos, tanto de maíz y soja en Estados Unidos, mejoraron en su categoría de bueno a excelente, un punto respecto de la semana anterior. Confirmado esto, se tradujo en la baja en el mercado. Eso llevó a que los precios bajaran por este adelantamiento y también por la tranquilidad de la demanda, principalmente de Estados Unidos”, finalizó.

Fuente: La Nación