La siembra de maíz para la campaña 2024/25 se enfrenta a un panorama complejo en la región núcleo. A pesar de las lluvias recientes, que en algunos sectores llegaron a acumular entre 30 y 50 mm, la intención de siembra sigue en declive. En lugar de planificar un aumento en la superficie sembrada, los productores se centran en evitar una mayor reducción.
Según un reciente estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario, el sector sureste de Buenos Aires, una de las zonas menos afectadas por la plaga de la chicharrita, experimentará una reducción leve de alrededor del 10% en el noreste de la provincia, mientras que en el noroeste la baja alcanzará el 20%. En otras áreas, como el centro-sur santafesino, la superficie dedicada al maíz podría caer hasta un 50%, y en el sureste cordobés, algunas localidades plantean recortes que incluso superan ese porcentaje.
La falta de lluvias ha sido un factor determinante para estas decisiones. En localidades como Corral de Bustos, Córdoba, los técnicos advierten que serían necesarios al menos 50 mm de lluvia en septiembre para poder incrementar la siembra de maíz. Sin embargo, no hay pronósticos de lluvias significativas en los próximos días, y se espera, además, un descenso de temperaturas que podría llevar a heladas agronómicas, complicando aún más el escenario.
Por otro lado, la situación del trigo muestra una realidad contrastante. En la franja este de la región, las lluvias han permitido mejorar las condiciones y se proyectan rendimientos superiores a los 40 qq/ha en localidades como Bigand y Pergamino. Sin embargo, en el centro-sur de Santa Fe, donde las precipitaciones fueron escasas, el rendimiento esperado ha comenzado a disminuir, con potenciales que ya se sitúan por debajo de lo proyectado inicialmente.
Fuente: BCR