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11/09/2024 - Por ahora Brasil nos seguirá comprando trigo

La historia es conocida entre quienes operan en este medio. El trigo es el único producto agrícola en el cual Brasil es dependiente de las importaciones. Convertido probablemente en el mayor proveedor de alimentos del planeta, el socio del Mercosur está empeñado en terminar con lo que considera una mácula en su exitosa foja de desempeño fronteras afuera.

En los últimos 40 años, la superficie sembrada con trigo en este país creció casi un 80 por ciento, de 1,9 millones de hectáreas en 1983 a aproximadamente 3,4 millones de hectáreas en 2023, según datos históricos de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab). Durante el mismo período, la producción aumentó un 270 por ciento, de 2,1 millones de toneladas a unos 8 millones de toneladas en las campañas recientes. El rendimiento también presentó incrementos significativos, alcanzando un récord de 3.420 kg/ha promedio en 2022, contra 1.130 kg/ha registrados en 1983.

El camino emprendido probablemente llevará a la autosuficiencia en algunos años, quizás a partir del cultivo de trigos tropicales en el Cerrado. Pero no será este año o el que viene el momento del gran despegue. En un seminario realizado por la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo), la poderosa entidad que nuclea a los molineros del país, se llegó a la conclusión de que por ahora Brasil debería mantener el ritmo de importaciones de trigo. Conviene recordar que es el principal cliente de la Argentina, y recibe alrededor del 50% de nuestras exportaciones.

Safras & Mercado recortó su estimación de la producción 2024 de Brasil a 8,13 millones de toneladas de trigo desde los 8,86 millones de la estimación previa, con lo cual queda un 4,3% por debajo de los 8,5 millones de toneladas obtenidos el año pasado. La caída de la producción está impulsada por las pérdidas registradas en Paraná, con una productividad por hectárea 10,4% menor respecto del año anterior. A la fecha, se ha recolectado menos del 10% de la superficie sembrada. Una vez finalizada la cosecha será posible consolidar las cifras, pero no se pueden descartar más pérdidas. Sería de tal modo el tercer año con dificultades para el trigo del país.

Desde StoneX dicen que la cosecha de trigo de Brasil en 2024/25 no superaría los 8,43 millones de toneladas. Si se confirma la nueva estimación, el país aumentaría la producción en un 4% respecto de los números de la consultora para la temporada pasada. El clima seguirá siendo el centro de atención en las próximas semanas y meses hasta que el volumen de la campaña esté más consolidado. En una evaluación preliminar, la consultora estima las exportaciones de trigo de Brasil en 1,76 millones de toneladas, frente a 2,66 millones de la temporada anterior.

En cuanto al balance de oferta y demanda, la Conab considera que Brasil exportaría en 2024/25 una cifra en torno de los 2 millones de toneladas de trigo (la mayor parte forrajero) para importar cereal por alrededor de 6 millones de toneladas (el grueso de eso es para la elaboración de harina). La proyección de consumo interno de trigo fue reducida a 11,89 millones de toneladas, lo que le permitiría a Brasil recomponer reservas internas del cereal para finalizar el ciclo 2024/25 (mediados del año que viene) con un stock de 1,65 millones de toneladas.

Por su parte, Globo Rural destaca que las importaciones brasileñas de trigo en lo que va de 2024 ya alcanzan el mismo volumen que el año pasado. La fuerte entrada de trigo extranjero ha contribuido a presionar los precios en el mercado interno. En los primeros siete meses del año, las compras a proveedores externos superaron los 4 millones de toneladas, frente a los 4,2 millones de todo 2023. En otros términos, en 12 meses llegaron a los puertos nacionales 5,7 millones de toneladas de trigo, siendo el mayor volumen acumulado desde diciembre de 2022, según datos de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex).

Otros números son igualmente elocuentes. Las estimaciones de la Conab indican que las existencias finales de trigo en julio de 2024 alcanzaban para menos de tres semanas de consumo, lo que refuerza la necesidad de importaciones. Precisamente, la lupa está puesta cada vez más sobre el trigo argentino, en especial sobre sus precios FOB y el impacto en las cotizaciones internas del socio del Mercosur.

Safras & Mercado destaca que el año pasado crecieron las exportaciones brasileñas, incluso con una cosecha similar, pero fue trigo que no se utilizó en el mercado interno. En la consultora consideran que si el grano de este año es de calidad, convendrá mantenerlo en Brasil. Tres factores juegan en la fijación del precio del trigo en este país: la producción nacional –que incluye escasez (paridad de importaciones) y exceso (paridad de exportaciones)-, los precios internacionales y el tipo de cambio. Los dos últimos son responsables de determinar cuáles serán los niveles de las paridades nacionales de importación y exportación.

En Rio Grande do Sul, el mercado doméstico de trigo se muestra bastante lento, principalmente debido a la incertidumbre sobre la próxima cosecha, especialmente en Paraná, lo que podría generar una mayor demanda del cereal. En el estado, algunos vendedores piden hasta R$ 1.400,00 por tonelada FOB (USD 252) de trigo panificable con PH mínimo de 77, pero los molinos están dispuestos a pagar un máximo de R$ 1.380,00 (248), lo que muestra una diferencia entre las expectativas de los vendedores y de los compradores.

En Santa Catarina, el mercado sigue el ritmo de precios practicado en Rio Grande do Sul y Paraná. Para el trigo de nueva cosecha, los precios rondan los R$ 1.450,00 por tonelada (USD 261), mientras que el trigo de vieja cosecha intenta alcanzar valores entre R$1.700,00 por tonelada (USD 306).

En Paraná, el mercado de trigo de nueva cosecha registró una ligera caída, pero no hay muchos vendedores dispuestos a negociar, ya que buscan valores superiores, de hasta R$ 1.600,00 (USD 288), mientras los compradores, especialmente los molinos, ofrecen hasta R$ 1.450,00 (USD 261).

Por su parte, el trigo importado de Paraguay para la nueva cosecha también comenzó a llegar a los molinos de Ponta Grossa, con precios entre US$ 270,00 (R$ 1.517,00) y US$ 273,00 (R$ 1.534,00) por tonelada.

Lo cierto es que Brasil no logrará por ahora el objetivo de abastecerse internamente de todo el trigo que necesita, si bien no va a rendirse. Y tiene además aspiraciones respecto de conquistar una posición entre los vendedores globales del cereal. Final para una historia que tendrá nuevos capítulos, la ruta trazada por Brasil en materia de autosuficiencia de trigo es un objetivo no negociable.

Fuente: Chacra