La falta de lluvias sigue castigando los cultivos en el centro-norte de Santa Fe, según el último informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA). El reporte indica que la sequía ya afecta tanto a la cosecha fina como a la gruesa, ralentizando la siembra de girasol y deteniendo el proceso de implantación del maíz temprano. El trigo, por su parte, muestra un agravamiento del déficit hídrico en varias zonas clave de la región, con consecuencias negativas en el desarrollo de las plantas.
La siembra de girasol avanzó entre un 65% y un 67% en los departamentos de General Obligado, norte de San Javier, Vera, norte de San Justo y Las Colonias. A pesar de un buen arranque en los lotes con humedad superficial, la falta de agua en los horizontes más profundos ralentizó el desarrollo de las plantas. La intención de siembra para la campaña 2024/2025 se mantuvo en 138.000 hectáreas, un 4% más que la campaña anterior, pero el déficit hídrico pone en duda la evolución de los cultivos en las próximas semanas.
Maíz: siembras paralizadas
La implantación del maíz temprano, sobre todo en las zonas ganaderas y cuencas lecheras, comenzó a buen ritmo pero fue detenida por la escasa disponibilidad de agua útil en el suelo. La situación empeoró con el transcurso de los días, y el informe señala que las expectativas de siembra para esta campaña son menores, con una reducción del 20% respecto del ciclo anterior, alcanzando apenas 76.000 hectáreas. Las cuencas lecheras, en particular, sufren este impacto, lo que genera incertidumbre sobre la evolución del cultivo.
Trigo: fuerte impacto de la sequía en zonas claves
El cultivo de trigo es el más afectado por la falta de precipitaciones. Las condiciones climáticas de la semana, con temperaturas elevadas, más horas de luz y ausencia total de lluvias, generaron un deterioro visible en los trigales del centro-oeste y noroeste del área de estudio. En estas zonas, los cultivos presentan síntomas de estrés hídrico como el amarillamiento foliar, plantas de menor altura y un desarrollo irregular. En general, el 70% de los trigales aún se encuentran en estado bueno o muy bueno, pero un 22% ya muestra condiciones regulares y el 3% restante se considera en mal estado.
Condiciones del suelo y pronóstico
El informe también advierte sobre una disminución generalizada de la disponibilidad de agua útil en los primeros 20 a 25 cm del suelo, lo que complica aún más el panorama para los cultivos. Si bien el contenido hídrico es algo mayor en profundidad, no es suficiente para sostener el crecimiento de las plantas. En cuanto al pronóstico climático, se espera inestabilidad y algunas precipitaciones entre el 11 y el 13 de septiembre, pero no serían suficientes para revertir la sequía. Las temperaturas máximas previstas oscilarán entre 19 y 32 ºC, lo que podría agravar aún más la situación.
Este escenario crítico plantea grandes desafíos para los productores en el centro-norte de Santa Fe, donde la falta de lluvias amenaza con afectar seriamente tanto la campaña de trigo como la siembra de los cultivos de gruesa.
Fuente: Campo Litoral