El precio FOB de la harina de soja tocó los u$s 281 por tonelada, un valor que no se ve para la posición continua desde el año 2010. En un mercado internacional presionado a la baja, el producto argentino consolida actualmente a este origen como la opción más competitiva respecto de los principales países exportadores. De hecho, se concretó la primera venta a China.
El mercado internacional de granos y subproductos experimentó un incremento importante en su volatilidad tras el inicio de la pandemia por Covid 19. Los precios pasaron de los mínimos en 2020, debido a una menor demanda, a máximos históricos en 2022 ante interrupciones en las cadenas de suministros, una fuerte demanda pospandemia y tensiones geopolíticas. En 2023-24 registraron un sendero bajista, mientras que en lo que va de 2025 la tendencia es dispar según los productos considerados.
Un estudio del departamento de investigaciones económicas de la Bolsa de Comercio de Rosario puso el foco en el complejo soja. En lo que va de 2025, el poroto se mantuvo estable en el mercado de Chicago, lateralizando entre u$s 370 y u$s 395 por tonelada. El aceite subió poco más de 30% hasta u$s 1.176 por tonelada, mientras que la harina de soja cayó 10% hasta u$s 283.
“En general, se trata de un mercado atravesado por la política arancelaria de Estados Unidos, que incluye a China y, en consecuencia, con un alto potencial de que la demanda de poroto de soja estadounidense se vea afectada si no se logra un acuerdo estable con el gigante asiático”, señalaron los economistas de la Bolsa Bruno Ferrari y Julio Calzada.
La suba del aceite
A su vez, una política de biocombustibles que se profundiza en Estados Unidos y el mundo, presiona sobre la demanda en el aceite de soja, afectando los precios al alza. Eso último se intensificó recientemente por las subidas en el petróleo tras las tensiones geopolíticas entre Irán e Israel.
Como contracara de precios más altos del aceite de soja, la harina viene registrando una presión bajista importante en Chicago y “buscando un piso en las cotizaciones ante la creciente oferta del producto como consecuencia de la mayor necesidad de producir aceite de soja”.
Un punto importante que señalan los economistas es que el crecimiento en la demanda de aceites a nivel global está siendo sustentada mayormente por el aceite de soja, seguido por el aceite de palma y de colza. La particularidad de la soja es su bajo contenido de aceite con relación a otras oleaginosas, por lo que esto confluye a una gran oferta de harina que no logra ser absorbida totalmente por más demanda doméstica de los principales países procesadores y aumenta la competencia en el mercado FOB.
Apareció China
Aun así, la demanda global de harina de soja está creciendo en línea con precios de exportación más bajos. Y, en este contexto, el precio FOB de mercado de la harina de soja argentina tocó un mínimo en más de 15 años hasta u$s 281 por tonelada hacia finales de junio y consolida actualmente a este origen como la opción más competitiva respecto a los principales países exportadores.
“En las últimas jornadas, la demanda global reaccionó con firmeza a este contexto de precios bajos, con incluso China comprando un buque de harina de soja de origen argentino”, señalaron desde la Bolsa. Y agregaron: “Más aún, es la primera vez que el país asiático realiza una compra de este producto argentino desde que habilitó las importaciones de harina de soja argentina en 2019”.
Respecto del mercado de harina de soja, Argentina se destaca como el principal exportador a nivel mundial, y este producto se consolida como el más importante dentro de su canasta exportadora. En 2024 representó el 13,4% de las exportaciones totales del país, dentro de un complejo soja que representa el 27,6%, respectivamente.
El cálculo de ingresos
Para el año 2025 se proyectan exportaciones netas del complejo soja por u$s 16.322 millones, levemente por encima de 2024. No obstante, sería el tercer total más bajo de al menos los últimos 15 años y prácticamente la mitad del total alcanzado en el año 2011, considerando las valuaciones actualizadas por inflación de los períodos anteriores.
El mix esperado sería de u$s 9.044 millones por harina, u$s 6.255 millones por aceite, u$s 3.160 millones por poroto y u$s 465 millones por biodiesel. Las exportaciones de harina de soja en términos reales alcanzarían el segundo total más bajo desde el año 2007.
Por el lado de las cantidades, se registra una tendencia relativamente alcista de las exportaciones del complejo soja hasta el año 2010 y, tras varios años de estancamiento, un pico en 2015. Mientras que, a partir de dicho año el volumen exportado neto comenzó un sendero descendente retornando prácticamente a niveles de 2003 en 2024, con una recuperación parcial esperada para 2025, pero aún lejos de alcanzar los máximos previos.
“Para el 2025 el complejo soja argentina registra proyecciones de un volumen de exportación 20% por debajo del máximo de 2015 y precios reales muy bajos en términos históricos”, señalaron los economistas.
Fuente: Agro Clave