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07/11/2025 - Lo que se dice en las mesas: los dos grandes desafíos que se le vienen a Javier Milei luego del contundente triunfo del 26-O

Tras el inapelable triunfo electoral el presidente Javier Milei se ha erigido como el nuevo ocupante del “trono de hierro” y ahora mira a todos por encima del rabillo del ojo. Este aire de suficiencia, al amparo del padrinazgo del todopoderoso presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conlleva, sin embargo, dos desafíos para el Gobierno. Por un lado, recrear la gobernabilidad y por otro, no menos importante, revisar el programa económico para reordenar la macro.

Así lo entienden los principales consultores de la plaza local, que además comulga gran parte de los colegas foráneos. Dos economistas, que venían de reunirse con un colega con acceso a Olivos, le transmitieron a un grupo de inversores que, por el lado de la gobernabilidad, el test del Presupuesto 2026 y el camino de las reformas estructurales eran las claves. Pero, advirtiéndoles, que las reformas de por sí no arreglaban la macro, que precisaba un “refresh”. Casi en simultáneo, en un bunker financiero, reunidos con gente de fondos emergentes, las inquietudes giraban en torno a sí Milei cumpliría con la hoja de ruta que le marcaron desde Washington: ganar la elección y construir una alianza política. Ya que a diferencia de lo ocurrido con Mauricio Macri, Donald Trump no quería repetir el error de entregar dinero para ganar elecciones, cosa que finalmente hizo luego que su gente (Scott Bessent y Marco Rubio) le explicaron que el Gobierno argentino no llegaba a las elecciones.

Ahora al fin de cuentas todos siguen anestesiados por el impresionante rally luego del 26-O. Sin embargo, sigue el ruido con el tipo de cambio en términos de que si el nivel actual, techo de la banda, permitirá equilibrar el mercado de cambios en 2026 donde aparecerán otros demandantes de fuste como el Tesoro del “Toto”. Lo que comentaba en un encuentro reservado uno de los economistas más cercanos al círculo rojo era que aparentemente en octubre había aminorado la fiebre por los billetes verdes y que noviembre también había comenzado con un menor nivel de demanda de la gente, que parece se empachó de atesorar. Claro que un conocido gestor le recordó que el apetito de los argentinos por el dólar no se acaba, puede tomarse un respiro nada más. Basta con mirar las estadísticas del Banco Central (BCRA).

Sobre el “refresh”, un banquero lo resumió así: la prioridad “number one” es que el Tesoro y el BCRA compren dólares, para pagar la cuenta de los intereses externos y acumular reservas, hoy negativas en u$s9.000 millones, luego que se equilibre el mercado cambiario y que la gente atesore menos y por otro lado que bajen el riesgo país y las tasas de interés (algo en lo que ya empezó a trabajar el BCRA y el Tesoro). Mientras que, por el lado de la gobernabilidad, uno de los politólogos más agudos explicó en ese bunker que Milei tenía tiempo para fortalecer su posición en el Congreso, pero debía actuar con rapidez porque la política es muy cambiante, y recordó cómo se le diluyó el efecto de los 86 héroes al oficialismo en unos pocos meses y se encontró contra la espada y la pared con un Congreso en contra. Y en ese sentido, la carta más a mano, que no le iba a costar ningún peso extra, eran los “bien amados” ATN. Lo que sí tenía que actuar con rapidez, algo que ya parece haber hecho, sobre todo, cumpliendo la hoja de ruta de Washington, que explica la convocatoria a los gobernadores.

Con relación a la actitud de Mauricio Macri, hay sentimientos encontrados, por un lado, en el mercado consideran que Milei está cumpliendo con su objetivo de destruir al líder del PRO, quién cometió el error de pedirle al Presidente, en la cena compartida, cosas que nunca le iba a entregar. En aras de la gobernabilidad y la alianza, el haber puesto a Santilli como primer diputado en Buenos Aires con LLA y luego entregarle la cartera de Interior, ya era una exposición política para el PRO suficiente para Milei. El problema fue que a Macri esas cosas no le interesan, sino que quería áreas y obras económicas. Por otro lado, la reacción posterior de Macri implicaría que la relación no tiene retorno según la óptica libertaria.

En un almuerzo en Puerto Madero, luego de la cumbre de ABECEB, un grupo de financistas escucharon el resumen de la coyuntura cambiaria en la voz de uno de los consultores más demandados quien detalló que luego de la extensión del horizonte, el Gobierno lanzó por distintas vías que 2026 será el año de la remonetización dando una señal de aflojamiento del apretón monetario y de que el BCRA empezaría a comprar dólares sin esterilizar. Al respecto, sostuvo que la oferta de dólares se achicó significativamente después del anticipo en la liquidación del agro y la semana pasada solo se operaron poco más de 410 millones diarios en el MAE y que si bien estos valores son de normalización, la liquidación del agro diaria fue la mitad del año pasado. Sin embargo, a pesar de esto, el mercado descomprimió por la menor demanda y el tipo de cambio oficial retrocedió algo y los dólares financieros también, y la brecha apenas superaba el 3,5%.

Sobre los últimos datos oficiales señaló que el superávit de la cuenta corriente (5.500 millones) gracias a la reducción temporal de las retenciones que detonó la liquidación, mientras que el déficit de la cuenta financiera (5.500 millones) se vincula con el atesoramiento. Uno de los comensales comentó la visión contrapuesta de dos ortodoxos como el economista de Brookings, ex IIF, Robin Brooks, que ve la salvación en un peso flotante mientras que Ricardo Arriazu insiste en que Argentina no puede sobrevivir sin un estrecho vínculo con el dólar. No hay duda que cuando se trata de Argentina, hasta la ortodoxia tiene sabores opuestos, ironizó.

También hubo varios comentarios sobre la reunión que mantuvieron el jefe del BCRA, Santiago Bausili, y el vice del BCRA, Vladimir Werning, con la estrella de StoneX, Kathryn Rooney Vera. Cuentan que hablaron mucho del cambio monetario de la Argentina, se ponderó cómo se avanzó de la estabilización a la transición y ahora se preparan para la remonetización. Otro de los comensales, con línea a LLA pese a su pasado kirchnerista, procuró transmitir el ABC del nuevo modelo basado en tres motores exportadores, agro, minería y energía. La apuesta, como lo fue también a mediados de los ’80 en medio del boom de los Tigres asiáticos, es que el crecimiento vendrá por un formidable salto exportador mientras que las industrias tradicionales vinculadas al mercado interno pasarán a un segundo plano (gran problema para el cordón bonaerense), las que para sobrevivir tendrán que aggiornarse al nuevo contexto competitivo, como una y mil veces se escuchó. Sobre esta base será fundamental el avance desregulatorio y la apertura de la economía. Y todo bendecido por el apoyo de EEUU, de modo que, si terminan de alinearse los planetas, LLA se enfila a la relección con una economía con baja inflación y en crecimiento. Veremos, sentenciaron a los postres.

En una de las mesas más activas en el mercado de futuros, desde hace días plenamente abocada al desarme de posiciones propias y de clientes, hubo un “conference call” con bancos de Wall Street en aras de cambiar figuritas. Escudados por dos prestigiosos analistas (económico y político) se explicó que el “esta vez es diferente” aún sigue en una delgada cuerda floja. La pregunta del millón sigue siendo qué viene después del 26-O, de qué manera el Gobierno reordena la política y una base estable que le permita usar lo que resta de mandato para concretar las reformas pendientes. A diferencia del Presidente de que lo peor ya pasó, consideran que está por venir. Entienden que el triángulo de hierro ya no tiene tres vértices, sino que es Milei y Karina, aunque saben que el asesor in pectore Santi Caputo no está fuera, atraviesa un debilitamiento en su poder de influencia. Hasta que se resuelva la elección del 2027 el país deambulará en una estabilización aún precaria. Por eso todos rezan “¡Dios salve a Donald!”. El gran interrogante es si el Gobierno logrará aprovechar el respaldo político y financiero para avanzar en las reformas estructurales sin perder estabilidad social y macroeconómica.

Desde afuera aconsejaron seguir la conversación que tendrá Alfonso Prat Gay en el llamado Colegio de Banqueros Centrales la próxima semana, además en el seno del IIF, Castellano y McKeague, debatirán si "esta vez será diferente" describe las secuelas de las elecciones de mitad de período. También aconsejaron seguir la compra accionaria de Trian Fund Management y General Catalyst Group Management de las acciones ordinarias en circulación de Janus Henderson en una propuesta valuada en más de 7.000 millones de dólares y la dinámica de la crisis de los préstamos automotrices subprime y los bancos regionales de EEUU, que por el momento afecta más a los que venden autos usados a crédito prestado y los bancos que los financian. Llegó a última hora el informe de una de las damas más perspicaces del mercado local que destacó la fiesta de los fondos de cobertura y los amigos de Scott, entre ellos Rob Citrone, Stan Druckenmiller y otros veteranos de Wall Street que han estado apostando por la recuperación económica de Argentina desde la victoria electoral de Milei. Otro informe externo replicaba la conexión Washington, Nueva York y Buenos Aires, entre la política fiscal, las relaciones personales y los intereses geopolíticos.

Pero volviendo a la visión de la señora de los mercados, tras una semana de euforia, promesas, nadie sabe si el rally era ensayo o función. Al decir de la dama en cuestión, ¿esto es el inicio de algo histórico o solo otro hit pasajero?, solo se sabrá cuando se apaguen las luces, y en el caso de que no sea tan épico, como toda fiesta argentina, cerrará con la sensación de que la noche fue corta y la resaca, eterna. Por lo pronto, coincide en que el mercado solo pide dos cosas, más reservas menos tasa. Claro que, según Mr. Vladimir, el BCRA priorizar compras de reservas no esterilizadas, siempre que la disciplina fiscal se mantenga, en un sutil mensaje para el Congreso ante cualquier proyecto que ponga en riesgo la base del plan. Gran señal que en la licitación última nadie quiso bonos dólar linked.

Sobre el accionar del BCRA, los cambios son mínimos pero las señales correctas. Mucha expectativa por las colocaciones de ON hasta fin de año que prometen inyectar unos 5.000 millones, una gran noticia porque eso permitirá al Tesoro volver a recomprar reservas en bloques.

A modo de conclusión, pasó la semana de la felicidad, pero las reservas siguen en rojo, el humor social en pausa y el FMI tomando nota con lápiz indeleble, mientras el Gobierno ganó tiempo, y ahora tiene que demostrar que también sabe usarlo. Si logran sostener un frente fiscal ordenado, inflación domada, reactivación del crédito y reservas creciendo podría ser un momento histórico. Sino otra noche corta y la resaca eterna.

Fuente: Ambito