Marina Barletta – Florencia Poeta – Cristián Russo
Con el 85% del área cosechada, la región núcleo alcanzaría 4,8 Mt de trigo, un 60% más de trigo que el año pasado. Los rindes superaron expectativas, especialmente en el norte bonaerense con promedios de hasta 50 qq/ha. Aunque lejos de los récords históricos, el repunte productivo trae alivio al sector.
Regresan las lluvias a la región
A partir de la tarde de hoy, jueves, hay probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas que comenzarán por el sudoeste de GEA y luego se extenderán al resto de la región.
“Diciembre mantendrá cierta recurrencia de las precipitaciones que seguramente permitirá alcanzar acumulados mensuales cercanos a los normales”, dice el consultor Elorriaga.
Trigo 2024/25: la región cosecharía 2 Mt más que el año pasado
Con un 85% de avance, la producción de trigo sube 200.000 tn más respecto a la semana anterior. La suba está impulsada en la mejora en los rendimientos. La mayor parte de los lotes que restan cosechar se ubican en el norte de Buenos Aires. En esa zona, los rindes medios van de 35 a 50 qq/ha, como en Pergamino. Con este aumento, la producción asciende de 4,6 Mt a 4,8 Mt.
Este año, con un 30% más de área sembrada y con 7,5 quintales por encima del rinde promedio de la campaña pasada (31 qq/ha), la región producirá casi 2 Mt más de trigo: 4.8 Mt vs. 2,88 Mt. Si bien queda muy por lejos de las mayores producciones de los últimos 10 años como la 2019/2020 con 6,9 Mt o la 2021/2022 con 7,8 Mt, los mejores resultados traen un alivio que llega en un momento crucial para los productores regionales.
Maíz temprano: el 85% entre excelente y muy bueno
Las últimas lluvias revitalizaron al maíz temprano en la región núcleo, donde 740.000 hectáreas (85%) del cultivo se encuentran entre muy buenas y excelentes condiciones, mientras que las 190.000 hectáreas restantes están en buen estado. “Los últimos milímetros que recibimos han empoderado al cultivo”, destacan los técnicos de Bombal, donde los lotes exhiben un desarrollo pleno.
La mayoría de los cultivos atraviesa su período crítico para la determinación del rendimiento. El 45% se encuentra en panojamiento, el 35% en floración, y un 15% ya alcanzó el estado de grano lechoso, impulsado por una adecuada disponibilidad hídrica. Sin embargo, desde Pergamino, los técnicos se muestran más cautos. “El estado general del cultivo es bueno y las lluvias ayudaron muchísimo, pero no aseguran atravesar todo el período crítico sin riesgos”, advierten. En Monte Buey, y Corral de Bustos los maíces también están muy buenos, pero las severas tormentas de granizo generaron preocupación. Algunos lotes sufrieron pérdidas de hasta un 80%. “Fueron varias mangas de granizo que golpearon fuerte la zona. Los sectores mas afectados son General Baldissera e Isla Verde, con daños significativos en algunos sectores”, lamentan los productores locales. Una situación similar afecta a los alrededores de Montes de Oca, donde el granizo dejó su huella en los cultivos.
Resta un 5% de la superficie sojera por sembrar
En una semana a puro ritmo se completó la siembra de la soja de primera y se avanzó fuerte sobre la de segunda, con más de 500.000 hectáreas implantadas, alcanzando un avance al 75%. Restan 325.000 hectáreas de soja tardía para cerrar el ciclo. Los sectores más rezagados de la región son el noreste y noroeste bonaerense, que apenas alcanzan el 60% y el 40% de avance, respectivamente.
En la última semana, diciembre aportó lluvias donde más se necesitaba
El fin de semana pasado, se acumularon más de 45 mm en la franja que une a Rosario con Guatimozín. Rosario midió 86 mm; Pujato, 72 mm; Guatimozín y Bell Ville registraron 68 mm. Justamente, la zona de influencia del gran Rosario era la que había quedado desplazada de las últimas lluvias. Ahora, en esta zona, las reservas de agua van de adecuadas a óptimas. En el resto de la región, las reservas van de escasas a regulares (teniendo en cuenta el consumo de una pradera permanente al metro de profundidad). A pesar de haber tenido buena provisión de agua en los eventos anteriores, con el avance hacia el verano, comienzan a notarse los efectos del mayor requerimiento hídrico, tanto atmosférico como propio del desarrollo de los cultivos implantados.
Fuente: BCR