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18/12/2024 - ¿Cómo fue el manejo de plagas en la gruesa 2023/24?

Biotecnologías, biológicos, estrategias de manejo de malezas, insectos y enfermedades en cada zona productiva y costos asociados, fueron algunas de las variables relevadas en la reciente encuesta de la Red de Manejo de Plagas de Aapresid.

Por noveno año consecutivo, la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) publica resultados sobre su encuesta anual a productores y asesores de todo el país sobre manejo de plagas.

Con cerca de 1.800.000 hectáreas relevadas, el informe analiza el uso de biotecnologías, insumos biológicos, estrategias de manejo de malezas, insectos y enfermedades en cada zona productiva y costos asociados, para los cultivos de soja, maíz y girasol a lo largo de la 2023/24. Por primera vez, la encuesta incluyó un apartado sobre variables de impacto ambiental.

Adopción de biotecnologías en maíz y soja

En cuanto al uso de biotecnologías, la encuesta reveló que en maíz, la tecnología CRY, fue adoptada en un promedio del 50% en la mayoría de las regiones, con excepción de NEA (22,5%) y el litoral (37,6%), donde la adopción fue notablemente menor.

La tecnología VIP, en cambio, mostró una adopción más alta, con el NEA liderando con un 81,7% y otras zonas, como el litoral, nodo oeste y nodo sur, alcanzando el 60%.

En el caso de soja, la biotecnología Intacta alcanzó un 77,3% en el NEA y 75% en el NOA, mientras que en otras áreas la adopción fue más moderada. Por otro lado, la adopción de la tecnología Conkesta se mantuvo baja en todas las regiones, sin superar el 12%.

Un dato a destacar es que el 46% de los encuestados notó presencia y/o daño por lepidópteros en maíces Bt con tecnología Cry, y el 44% con tecnología Vip.

Estos valores no solo escalaron al 69% en las sojas Bt, sino que en el caso de la tecnología Intacta, el 78% de los encuestados tuvo que aplicar insecticidas para controlar lepidópteros.

Fitotoxicidad en herbicidas y fallas en el control con fungicidas

El control de malezas sigue siendo un desafío significativo. En cuanto a fitotoxicidad provocada por herbicidas, un 11,8% de los productores reportó haber tenido problemas de fitotoxicidad, principalmente debido a los herbicidas hormonales (51,5%), inhibidores de la ALS (24,2%) y de la PPO (19,7%). Otros tipos de inhibidores, como los de síntesis de VLCFA, HPPD y FSII, representaron el 1,5% cada uno, mostrando que la fitotoxicidad es un problema focalizado en ciertos principios activos.

En cuanto al uso de fungicidas, un 12% de los entrevistados se mostró inseguro sobre la efectividad de los tratamientos con fungicidas o incluso confirmó una caída de la misma. En soja se reportó una menor efectividad en los tratamientos combinados de triazol y estrobilurina.

Uso de productos biológicos

Los productos biológicos, ya sean microorganismos vivos o compuestos químicos de origen biológico, desempeñan un papel crucial al contribuir al crecimiento de las plantas y desencadenar respuestas beneficiosas en células, tejidos y órganos vegetales.

Actualmente estos se encuentran ganando terreno como alternativa o complemento a los agroquímicos tradicionales. La encuesta mostró que un 27,7% de los productores utiliza productos biológicos, entre los que destacan los bioestimulantes, biofertilizantes y biocontroladores. En menor medida, también se emplean inoculantes, microorganismos y tratamientos de semillas.

El cultivo de soja lidera en el uso de bioinsumos, aplicándolos en el 58,4% de su superficie sembrada, muy por arriba de su adopción en maíz (19,3%) y girasol (8,3%). Entre quienes los adoptan, el 34% lo hace buscando mejorar la tolerancia a estrés de los cultivos, mientras que un 31% los usa como fuente de nutrientes.

Prácticas de manejo ambiental de fitosanitarios

El impacto ambiental y el manejo responsable de los envases de fitosanitarios fueron aspectos destacados en la encuesta, que revela que el 18,2% de los entrevistados realiza evaluaciones de impacto ambiental de sus aplicaciones.

El 72,6% de los productores indicó que realiza tratamiento de los envases, mientras que el resto señaló que la falta de acceso a centros de almacenamiento, el desconocimiento del proceso, el tiempo requerido o el costo de logística como principales obstáculos.

De los que tratan los envases, un 92,2% lleva a cabo el triple lavado, aunque no todos utilizan los elementos de protección necesarios. La mayoría de los envases vacíos se entregan en centros de acopio cada seis meses o una vez al año, consolidando un compromiso creciente con las prácticas de reciclaje y manejo seguro.

Fuente: Todo Agro